jueves, 30 de agosto de 2007

La muerte de Mengel

VIII


Su muerte


Según la evidencia descubierta en 1985, 1979 sería un año marcado en la vida de Mengele. "En 1979 fue invitado a pasar un día de playa, a 50 millas de Sao Paulo. Mengele se introdujo en el mar, hasta que el agua alcanzó sus rodillas. En ese momento desapareció. Sufrió un ataque cardíaco, cayó al agua y se ahogó. Cuando fue llevado a la playa, y a pesar de los esfuerzos, no pudo ser resucitado". Geza Bossert hizo los arreglos para que Mengele fuera enterrado en el cementerio de Ambu, bajo una lápida que lleva el nombre de Wölfgang Gërhard, y allí permaneció hasta su exhumación en 1985.

Expertos forenses de Estados Unidos, Alemania e Israel se encargaron de las investigaciones. Se enviaron muestras óseas a Inglaterra, donde existen bancos de datos para su comparación. Esa comparación se retrasó muchos años debido a que la ex esposa de Mengele, Irenna, y su hijo Rolf, se negaban a dar muestras de sangre. "Fue allí que decidí ir a Alemania con mi hermana gemela, y durante tres semanas protestamos frente a la fábrica Mengele. Yo simplemente dije: ¡nosotros entregamos la sangre de millones en Auschwitz! ¡Cómo pueden negarse a dar una simple gota, para el estudio de la verdad!" (Eva Mozes Kor). Finalmente las autoridades alemanas presionaron a Rolf y a su madre, y se obtuvieron las muestras requeridas. El examen de ADN dió un resultado: el hombre sepultado en Ambu, Brasil, fue el padre biológico de Rolf Mengele.

En 1992, el Departamento de Justicia, cumpliendo con una solicitud del Departamento de Estado de los Estados Unidos, publicó dos grandes volúmenes titulados "En cuanto al tema Josef Mengele". El informe concluía que Estados Unidos nunca tuvo relaciones con Mengele, y que las investigaciones forenses determinaban que los restos exhumados en Brasil, correspondían a Mengele. Los gobiernos de Alemania e Israel estuvieron de acuerdo con el informe. Otro extracto del informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 1992, concluye con que el hecho que el Ángel de la Muerte haya sido capaz de perpetrar sus crímenes, para luego morir familiarmente como un anciano en Brasil, evidencia de una enorme conspiración para la impunidad.

A pesar de todo ello, muchas de las víctimas o sus descendientes quedaron inconformes con la forma de la muerte, e incluso con la veracidad de la misma. "La muerte de Mengele no se condice con el sentido de justicia. Si pensamos que murió, quisiéramos que haya muerto de cáncer u otra enfermedad, muy lentamente, órgano por órgano, y sólo luego de una muy larga y dolorosa agonía. Sin embargo, y aunque hubiera estado consciente durante el ataque cardíaco, su muerte se habría consumado en sólo dos o tres minutos. La muerte fue terriblemente benévola con él, e injusta con nosotros" (Michael Rosembaum).

La doctora Gissela Weird, sobreviviente de Auschwitz, quien hizo sus estudios de medicina en la Alemania de preguerra, afirmó: "Sé que todos los estudiantes de medicina realizan el juramento de Hipócrates. Es como una página de la Biblia que Mengele ensució". De hecho, alguna vez Mengele pronunció las palabras sagradas del juramento hipocrático: "Si cumplo acabadamente con este juramento, ganaré para siempre reputación entre los hombres, por mi vida y mi arte. Si lo transgredo, que lo opuesto recaiga sobre mí". En cierta forma, su juramento se ha cumplido: el Ángel de la Muerte, demonio-médico de Auschwitz, es un sinónimo universal de muerte y genocidio.

1 comentario:

Natasha dijo...

Hola Nathan!!

excelentes artículos sobre esos hechos lamentables

gracias por tu visita


Besos de la hija de la noche

Naty